lunes, 28 de septiembre de 2015

Vlad Tepes, el inspirador de Drácula

Vlad Dracul "Vlad el Hijo del Demonio" también llamado Vlad Tepes "El empalador", fue príncipe de Valaquia (hoy el sur de Rumania).

Pintura al óleo de Vlad Tepes en el S.XVI
Vivió en el siglo XV y aterrorizó a sus súbditos con asesinatos en masa. Se cree que mató a más de 100.000 personas y que disfrutaba asistiendo a muertes lentas que incluían torturas, descuartizamientos y sobre todo empalamientos.

Lugar donde nació Vlad Tepes
Vlad Tepes nació en 1431 en Sighisoara. Era hijo del príncipe Vlad II, apodado Dracul por su crueldad y sangre fría. Vlad vivió una infancia traumática, hecho que sin duda resultó determinante a la hora de conformar su sádica personalidad.
En 1444, su padre se vio obligado a entregar a los turcos a dos de sus hijos, a Vlad y a Radu, como rehenes amistosos, y a salvo quedaba el primogénito Mircea. Durante su cautiverio, el joven Vlad vio por primera vez como los turcos empleaban el empalamiento como castigo a sus rehenes, algo que le cautivó y que hizo incrementar su odio hacia ellos.
En 1448, Vlad regresa a Valaquia y Radu se queda con los turcos. Cuando llega a Targoviste, capital de Valaquia, se entera de que su padre ha sido asesinado, ha muerto apaleado por algunos nobles de la zona, y su hermano Mircea también había muerto de una forma espantosa, había sido enterrado vivo. Vlad lleno de odio asume el trono de Valaquia, apoyado por algunos boyardos (nobles rumanos), convirtiéndose en Vlad III Draculea.

Castillo de Bran en Brasov, Rumanía
Sus oponentes, vaivodas (príncipes soberanos) y otros nobles que reclamaban el trono, envían a Vlad al exilio. En tierras húngaras es convertido en prisionero durante unos años, en los que sueña con volver a reconquistar el trono.
En 1456, logra escapar y regresa a Valaquia recuperando el poder. Es momento para el reinado del terror, con apenas 25 años es un joven cruel que solo piensa en la venganza, odia a la humanidad.
Pronto empieza a cometer atrocidades. Cuenta la leyenda que Vlad no quería bastardos que en un futuro reclamaran su trono, y en una ocasión una de sus amantes le mintió diciéndole que estaba esperando un hijo suyo, y él con una espada abrió a la joven para comprobar si era cierto arrebatando su vida.

Pintura del castillo de los Esterházy del siglo XVII 
Vlad era muy asiduo a las torturas. Tenía salas preparadas donde obligaba a los condenados a rezar, y a mitad de esas oraciones el suelo se abría y caían ensartándose en estacas de madera.
En 1459, muchos boyardos no le apoyaban, querían colocar a otros vaivodas en el trono, así que Vlad convocó una fiesta para reunir a todos los nobles con el pretexto de solucionar las diferencias. Tras el festín, los soldados de Vlad irrumpieron en la reunión y asesinaron en el acto a muchos de los asistentes, otros fueron empalados, quemados y torturados... Los más jóvenes fueron obligados a trabajar forzosamente.
En 1460 un voivoda llamado Dan, fue capturado por los hombres de Vlad y obligado a cavar su propia tumba y asistir a su funeral, después fue decapitado y enterrado.

En 1462 el apodo "Tepes" (empalador) se hizo aún más famoso. Se cuenta que entre 50.000 y 100.000 personas fueron empaladas por el príncipe.
Previamente, en el invierno de 1461 había estallado la guerra entre Valaquia y los turcos porque Vlad se negó a pagar tributo. Con apenas 10.000 guerreros hace frente al imperio Otomano sometiendo a los turcos y vúlgaros.

En enero de 1462 Vlad envía una carta al rey de Hungría en la que dice: "He empalado a 23.884 prisioneros". Sabía con exactitud el número de muertes porque cortaba sus cabezas, una por una, para su recuento.
Levantaba bosques de empalados de madera o hierro y disfrutaba viendo como agonizaban, incluso ordenaba que le situaran su mesa con la cena viendo como morían sus víctimas.


Además, fue el precursor en beber la sangre de sus víctimas. Lo que hacía era llenar recipientes con sangre y mojar el pan en ella cuando comía, a modo de última humillación.
En otra ocasión, uno de sus hombres le comentó, con tono sarcástico, que aquel bosque olía bastante mal y Vlad ordenó que lo empalaran y le dijo: "Desde ahí se huele mejor, ¿Verdad?".

Vlad Tepes empezó a ser un problema para Turquía, y por ellos los turcos se organizaron con más de 200.000 hombres y entraron en Valaquia. Vlad Tepes con solo 10.000 hombres opta por la guerra de guerrillas y ordena evacuar todas las aldeas, llevándose todo lo de valor. Las cosechas son arrasadas y los pozos de agua envenenados, incluso infiltra enfermos de tifus y peste en el campamento turco. El ejército otomano sufre miles de pérdidas y está aterrorizado porque cree que lucha contra el diablo.
En el verano de 1462, el ejército turco llega a Targoviste y se horroriza al contemplar el bosque de empalados con más de 20.000 cuerpos así que decide retirarse y volver más adelante.
Vlad es encarcelado donde pasaría muchos años y dentro de la prisión se dedicaba a empalar animales.
En 1473 consigue la libertad y recupera momentáneamente el trono, pero es temido por todo el mundo, era tan grande el temor que le tenían, que en una ocasión dejó una copa de oro en una fuente para que todo el quisiera beber lo hiciera y nadie fue capaz de robarla mientras Vlad Tepes vivió.

A finales de 1476, Vlad se dirige a Targoviste pero por el camino se encuentra con una emboscada de los turcos donde finalmente es asesinado. Su cabeza fue cortada y enviada a Constantinopla donde fue colgada de la torre más alta de un castillo.
Atrás quedó el recuerdo del hijo del demonio, aquel que bebía la sangre de sus enemigos.

Estatua de Vlad Tepes en Sighisoara

Según los historiadores, se le consideró un héroe durante mucho tiempo, ya que muchas de sus atrocidades las cometió con el fin de defender su reino de los invasores.

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