martes, 8 de septiembre de 2015

La casa Lercaro (Tenerife)

Casa Lercaro en el Siglo XVI
La Casa Lercaro es una de las sedes del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, ubicada en el centro del municipio de La Laguna, en la calle de San Agustín y data de finales del siglo XVI.
La leyenda cuenta que una rica familia genovesa, de apellido Lercaro, construyó un palacete que dio cobijo a varias generaciones de nobles y que fueron marcados por un terrible acontecimiento.
En este inmueble vivió Catalina Lercaro, una joven descendiente de la familia que fue obligada por sus padres a contraer matrimonio con un hombre de avanzada edad y traficante de esclavos. La joven no pudo soportar la angustia de casarse con aquel hombre y vestida de novia decidió quitarse la vida arrojándose a un pozo de la parte trasera de la vivienda.

Pozo donde se suicidó Catalina
Tras este horrible suceso, la iglesia se opuso a que la joven recibiera cristina sepultura en un cementerio, levantando los comentarios de los vecinos. Por ello, la familia Lercaro abandonó su residencia para trasladarse a vivir a La Orotava.
Aunque también cuentan las habladurías, que la familia enterró a Catalina en una de las estancias de la casa y empezaron a notar la presencia de su espíritu merodeando por la casa, y que fue ese miedo lo que les obligó a marcharse.


A principios de los años 90, la mansión fue restaurada para convertirse en el Museo de Historia y Antropología, recuperándose así la leyenda del fantasma de Catalina.

Museo de Historia y Antropología
Son muchas las personas que han visto el espectro de una joven en el palacio lagunero de Lercaro, incluyendo a los propios trabajadores del Museo. Apariciones fantasmales, ruidos inexplicables, pisadas, incluso olores imposibles de identificar son algunos de los fenómenos que se manifiestan en el Museo.
Un vigilante de seguridad asegura haber visto una noche a una mujer en el patio. Personal de la limpieza observó, a través de un espejo, la imagen de una mujer vestida de blanco. Trabajadores de la biblioteca vieron a una mejer sentada mirándoles fijamente  hasta desaparecer.
Los responsables del Museo iniciaron una investigación sobre la leyenda de Catalina pero no se llegó a ninguna conclusión certera. No se sabe si en realidad la joven existió, si poseía el nombre de Úrsula Lercaro en vez de el de Catalina o si fue solamente una leyenda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...